Revolución Francesa
Revolución Francesa
Hacia mediados del siglo XVIII, Francia seguía siendo la monarquía absolutista más poderosa de Europa. Pero la expansión económica de la sociedad francesa se encontraba limitada por las constantes guerras, las trabas al comercio, los altos impuestos y los fuertes aranceles aduaneros. Esos límites se reflejaban en el constante endeudamiento del Estado, el cual se agravó tras el apoyo dado a los colonos norteamericanos en la guerra por su independencia.
Las finanzas del reino, en 1788 el rey Luis XVI intentó cobrar un impuesto general a todas las clases propietarias. Como esa medida afectaba sus tradicionales privilegios, la nobleza se opuso y exigió al monarca que convocara los Estados generales, estos eran instituciones que aconsejaban al monarca y en el cual estaban representados los tres estamentos de la sociedad francesa: el clero, la nobleza y el tercer estado. Los miembros de este consientes de que su fuerza se encontraba en el número, ya que representaban a la mayoría de la sociedad francesa, rechazaron el tradicional voto por estamento y buscaron imponer el criterio del voto por persona, el clero y la nobleza se opusieron, los representantes del tercer Estado se retiraron, se constituyeron como Asamblea Nacional, juraron no separarse hasta redactar una Constitución que limitara el poder del rey.
TOMA DE LA BASTILLA
El intento de Luis XVI de disolver la Asamblea por la fuerza provocó la reacción de los sectores populares de París, estaban muy alterados por los aumentos en los precios del pan como consecuencia de una sucesión de malas cosechas. El 14 de Julio de 1789 estos sectores tomaron por asalto la prisión de La Bastilla para apoderarse de las armas que se almacenaban en ese lugar. Tras la toma de la bastilla, hoy se la recuerda como el comienzo de la Revolución Francesa, el rey debió permitir que la Asamblea siguiera funcionando y, en pocas semanas la estructura del absolutismo se deshizo: Los campesinos saquearon el castillo, atacaron a los recaudadores de impuestos y ocuparon las tierras de muchos nobles.
Bajo esta presión, el 4 de Agosto la Asamblea Nacional decretó la abolición de los privilegios de los que gozaba la nobleza.